martes, 27 de mayo de 2014

25




Recitando Chinato:


Anoche pasé frío y me desenamoré un poco.
Anoche pasé frío y fui poeta.
Anoche, mientras mi carne se helaba
y mi alma en mi cuerpo se escondía,
vi como mi amor para ti
era un juguete pasado ya de moda que ya nada valía.
Cualquier amanecer echarán
al viejo juguete de mi amor a un carro de basura,
y alefándose en la amarga soledad
oirá al carretero dar palos a su mula
que todo se lo da por un poco de paja
y, a veces, pochas uvas.

Y estaré allí donde ya nada vale nada
hasta que algún día una dulce gitanilla,
con mocos y pecas en la cara,
limpie con su manga grasienta
la suciedad que la sociedad pegó a mi alma;
y volveré a ser un juguete reluciente de amor y de alegría.

¡Que importa que me engañes si luego me sonríes!
¡Qué importa ser poeta o ser basura!
Anoche pasé frío en el cuerpo y en el alma...
Anoche pasé frío y quedó mi libertad de amor helada


domingo, 25 de mayo de 2014

24



 
Foto: Harold Feinstein



Tuve que borrar tu voz para no beberte,
para no fumarte,
para no estrangular tu cintura.

-Miénteme-

Dime que la vida es bella,
que todo cuanto nos rodea no es real,
que vendrás a buscarme,
que seré princesa de tu cuento;
esclava de tu cama,
niña en tu regazo,
loba en tu mirada.

-Háblame-

Susúrrame al oído las mentiras,
sé mi siervo y besa mi pisada,
que sólo yo poseo tus ojos
y que las heridas
no duelen en la distancia.

-Succióname-

Lame este cuerpo dolorido
que encuentra su paz en los orgasmos.

domingo, 18 de mayo de 2014

23

 
Foto: Sandra Garrido
 
 
 
 

Era de dentro a fuera la fachada. La erosión del tiempo, un color sepia deteriorado por la falta de observarla. Como decía, era de dentro a fuera; su voz, su gemido de madera, su crujir. Guarda el secreto que nunca nos confiesa. Su calor se confunde con la húmeda soledad de las paredes. Pero hay un llanto que conmueve, un llanto emparedado, despierta cada noche en su desnudez interna.

Un hogar desahuciado de fantasmas. Ya no hay vida que cueza a fuego lento la sopa del desencanto.  Sí fragancia. El perfume a rancio del cartón anciano.

Fue el primer recuerdo; las moquetas infestadas de ácaros, las puertas con lunas en sus vidrieras. La cocina independiente y el fogón. El caldo con el desconchado gotelé. Toda una infancia esparcida por el suelo. Igual que la bolsa de leche que dejaban cada día junto a la puerta. Ya no está el descansillo. Sólo ladrillos rojos. Sólo tejados yertos.

22

 
Foto: Robert Doisneau
 
 
 

Marta Sanz

“Poemario Vintage”
 

 

Pero
también –quién no lo sabe-
existen
los amores penosos.
La fiebre tifoidea.
Las mondas de patata. 

Y el cristal
se rompe
cortando
las plantas de los pies
de otros niños.
Perdidos. 

Una larga,
afilada,
puntiaguda esquirla,
como aguja hipodérmica
o rústica
piedra de sílex,
araña
rasga
rompe
la fibra sutil
del seso de primate
-el mono toca los platillos sin interrupción-
 
Derramamiento fatal 

Desgarrado
el neurálgico tronco,
ya no queda
ni un hueco
para conservar la vida. 

Sobre el espejo,
una gotita de sangre.
 
No es nada.
No duele.

sábado, 17 de mayo de 2014

21

 
Foto: Henri Cartier Bresson
 
 
 

SE AMABLE...
Bukowsky

 

Siempre nos piden
que entendamos el punto de vista
de los otros
sin importar si es
anticuado
necio
asqueroso.
 
A uno le piden
que entienda
amablemente
todos los errores de los otros
sus vidas desperdiciadas
sobre todo si son
de edad avanzada. 

Pero su edad es lo único
en lo que nos fijamos.
 
Han envejecido
mal
porque han
vivido
sin enfoque,
se han negado
a ver 

¿Qué no es culpa suya?
¿culpa de quién?
¿mía?
se me pide que oculte
mi opinión
ante ellos
por miedo a su
miedo. 

La edad no es un crimen
pero la vergüenza
de una vida
deliberadamente
desperdiciada
entre tantas
vidas
deliberadamente
desperdiciadas
sí lo es.
 

20

 
Foto: Cartier-Bresson


Fe ingrata
jueces dementes apuntan con el dedo,
dictan sentencia a REOS fortuitos.




II



Me ataron las cuerdas vocales
clavaron en mis manos estacas de injusticia...

en ríos de versos me desangro
y desaparezco por el desagüe



mientras
se suicida la última sonrisa
en el espejo de una lágrima.

sábado, 10 de mayo de 2014

19


Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron el frío.  Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.

¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada, o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis.

La siguientes páginas son el recuerdo de un olvido.

 

Luis Cernuda

Introducción del libro “Donde habite el olvido”

18

 
Foto: Harold Feinstein
 
 
 

Fragmento de “ El Sunset Limited” de Cormarc McCarthy

 

(…)Blanco: Tengo la impresión de que considera usted que la cultura contribuye de algún modo a las desgracias humanas. Que cuanto más sabe uno, más probabilidades tiene de ser infeliz.

Negro: Yo no creo haber dicho tal cosa. Es más, me parece que lo ha dicho usted.
Blanco: ¿Yo? No.
Negro: Mm-mm Pero lo cree ¿A que sí?
Banco: No
Negro: ¿No?
Blanco: No lo sé, Puede que sea cierto.
(…)
Blanco: Le parece que mi cultura me está empujando al suicidio, ¿no?
Negro: No quería decir eso. Sólo planteaba la pregunta. (…)