sábado, 15 de noviembre de 2014

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-Algunos poemas habrían quedado mucho mejor en prosa- afirmó Omid, (…) Si algo puede exponerse de forma clara en un artículo, es un insulto que se traduzcan esas mismas ideas o pensamientos al lenguaje poético. Es una perversión de su esencia, porque la poesía sirve para expresar lo inexpresable. Sirve para hablar de lo oculto, los secretos, lo sagrado.

(…)

-La poesía es un fin en sí misma, el único fin posible- (…) no hagas ni caso a la gente que te pregunte qué mensaje quisiste transmitir con tu poesía. No son más que paparruchas. La poesía sólo es poesía cuando revela lo más profundo de tu alma. No el alma del lector, sino tu alma, el alma del poeta. El lector es secundario.

Extraído de  “A la sombra del árbol violeta”


3 comentarios:

  1. No busques la sacralidad en el poema, yo no buscaría redención en un confesionario.

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    1. Tal vez el error es la busqueda.
      Lo mejor es dejarla fluir y que emane, venga del rincón interno que venga, venga de la contemplación que venga y no queramos darle explicación porque tal vez no la tiene. Es una inquietud que recorre sin demasiada doctrinas, al menos mi poesía, es bastante indisciplinada. El texto hala de alma. ¿Tenemos alma? tal vez fe. Pero sí hay algo que me gusta de ese texto: La poesía sirve para expresar lo inexpresable.

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  2. En sí misma. Excelente. Y buenos pies.

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